Esta mañana, sin saber por qué, me levanté más temprano que de costumbre y me adelanté al reloj despertador en unos 15 minutos. En realidad, sí sé por qué: me daba vueltas en la cabeza la necesidad de emprender algo propio, de cara al futuro.
La cuestión se habrá empezado a gestar mientras dormía, no lo sé; lo cierto es que me encontré revolcándome en la cama y pensando en qué puedo hacer para independizarme. Obviamente, la idea no afloró. ¿Qué puede hacer un simple periodista, que está estudiando un M.A. en teorías del cine pero que en realidad es un charlatán al que le gusta escribir sobre todo?
Las ideas iban desde abrir un bar cultural hasta publicaciones de todo tipo, y finalmente recalé en lo más obvio: una publicación online. Ja. Ahora el asunto es sobre qué, y cómo, y por qué, y dirigido a quién, etc. Es decir, todos los aspectos que conforman un proyecto. (Cuando digo "obvio" me refiero a mi reciente vínculo estrecho con la web, no a que el negocio sea demasiado obvio.)
Hace un ratito me topé con la experiencia de Sandra Canudas. Leí la nota e hice lo que seguramente no muchos hicieron: fui a su sitio. Y me pareció fantástico. La tipa tiene un proyecto chiquito, personal, "auto" todo, manejable y ¡online! La diferencia es que ella tiene claro cuál es su camino (como ella misma lo dice). Lamentablemente, yo tengo demasiados intereses y, al menos ahora, no veo cuál pueda ser mi camino como independiente. No tengo del todo claro que quiera serlo, pero la idea está germinando en mi cabeza (me acerco a los 30 y creo que para cuando lleguen mis chiquitos al mundo dentro de unos años sería conveniente ser independiente y tener buenos ingresos).
Mientras tanto, veo la iniciativa de Sandra como un modelo de negocios, que creo que muchos de nosotros, que nos sentimos con potencial pero chiquitos en el mundo, podemos adoptar. Algo que no requiera de demasiada complejización empresarial, ni saber de finanzas ni de contadores ni abogados ni impuestos y esas cosas. No soy ingenuo y sé que todo eso, en última instancia, se necesita, pero mientras tanto me gusta la idea de algo personal, pequeño, autorregulado y autoabastecido. Sin explotar a nadie, sin engañar a nadie, sin ambiciones desmedidas y tratando de ser lo más justo posible con los demás sin renunciar al bienestar propio. Sería, en economía o en negocios, el equivalente a "eco-friendly"; digamos "econo-friendly".
La cuestión se habrá empezado a gestar mientras dormía, no lo sé; lo cierto es que me encontré revolcándome en la cama y pensando en qué puedo hacer para independizarme. Obviamente, la idea no afloró. ¿Qué puede hacer un simple periodista, que está estudiando un M.A. en teorías del cine pero que en realidad es un charlatán al que le gusta escribir sobre todo?
Las ideas iban desde abrir un bar cultural hasta publicaciones de todo tipo, y finalmente recalé en lo más obvio: una publicación online. Ja. Ahora el asunto es sobre qué, y cómo, y por qué, y dirigido a quién, etc. Es decir, todos los aspectos que conforman un proyecto. (Cuando digo "obvio" me refiero a mi reciente vínculo estrecho con la web, no a que el negocio sea demasiado obvio.)
Hace un ratito me topé con la experiencia de Sandra Canudas. Leí la nota e hice lo que seguramente no muchos hicieron: fui a su sitio. Y me pareció fantástico. La tipa tiene un proyecto chiquito, personal, "auto" todo, manejable y ¡online! La diferencia es que ella tiene claro cuál es su camino (como ella misma lo dice). Lamentablemente, yo tengo demasiados intereses y, al menos ahora, no veo cuál pueda ser mi camino como independiente. No tengo del todo claro que quiera serlo, pero la idea está germinando en mi cabeza (me acerco a los 30 y creo que para cuando lleguen mis chiquitos al mundo dentro de unos años sería conveniente ser independiente y tener buenos ingresos).
Mientras tanto, veo la iniciativa de Sandra como un modelo de negocios, que creo que muchos de nosotros, que nos sentimos con potencial pero chiquitos en el mundo, podemos adoptar. Algo que no requiera de demasiada complejización empresarial, ni saber de finanzas ni de contadores ni abogados ni impuestos y esas cosas. No soy ingenuo y sé que todo eso, en última instancia, se necesita, pero mientras tanto me gusta la idea de algo personal, pequeño, autorregulado y autoabastecido. Sin explotar a nadie, sin engañar a nadie, sin ambiciones desmedidas y tratando de ser lo más justo posible con los demás sin renunciar al bienestar propio. Sería, en economía o en negocios, el equivalente a "eco-friendly"; digamos "econo-friendly".
2 comentarios:
Tantas cosas pendientes por culpa de varios días con una pésima conexión...pero volví.
Estuve viendo esa web de Canudas, es azul je. Es una buena idea transformar las propias experiencias en dinero.
Sos bueno escribiendo, quizá hablando con otras personas te surja algo para emprender.
También me ocurre algo parecido con lo de múltiples intereses, en internet no es fácil sustraerse de tanta cosa brillante e innovadora.
Pero las soluciones a veces están al alcance de la mano, y te das cuenta cuando ves algo y decís: ¿por qué no se me ocurrió a mí?
Saludos y ¡a pensar!
Ciertamente, mi querida Graciela, y ojalá un día se me prenda la lamparita.
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